Nunca está de más recalcar que en Estados Unidos se celebran 50 comicios presidenciales un mismo día; cada uno se rige por legislaturas y poderes judiciales autónomos. El 6 de enero de 2021, la legislatura federal estadounidense contaría los votos de los electores estatales. No acabó sino hasta el 7 de enero.

Destacan cuatro hechos sobre y en torno al conteo:

El día de ayer, le amputaron una pierna a la normatividad constitucional estadounidense: la médula de su sistema democrático semi representativo. La violencia no bastó para apaciguar a aquellas fuerzas que levantaron el hacha.

Estados Unidos siempre ha albergado a una pluralidad étno-nacionalista y recalcitrante. Esa pluralidad no está confinada al Estados Unidos rascuache y rural a kilómetros de las costas. Tiene promotores activos y cómplices por omisión dentro del Capitolio. La insurrección de ayer es, por tanto, responsabilidad de dos instituciones de élite: el Partido Republicano y el conglomerado mediático de Fox News.

En conjunto con los eventos que desglosaré a continuación, el apoyo partidista e institucional a una insurrección cuasi golpista es ilegible sin Fox News. El electorado Republicano vive en una realidad alternativa, alimentada por una cadena mediática. Tucker Carlson y Hannity conducen los programas más populares en la televisión norteamericana dentro de su categoría, llegando a 4.3 millones de televidentes. ¹ Lyz Lenz, escribiendo para el Columbia Journalism Review, delinea el declive de Tucker Carlson: comenzó como un periodista serio y en menos de seis años se volvió un portavoz demagógico. ²

Las personas que asediaron el Capitolio ayer en una insurrección golpista viven en una burbuja mediática donde se respira histeria. Los políticos que votaron ayer –contra las leyes de la federación, de legisladores y jueces conservadores – no le tienen miedo a Trump per se; le tienen miedo a los votantes que cenan frente a Tucker Carlson y retuitean a Donald Trump. Los cuatro actos que delineo a continuación no son más que una expresión del pacto con el diablo que firmó el Partido Republicano y la derecha religiosa con Fox News.

A continuación, desgloso el acmé narrativo de ese pacto.

Acto Primero: los Estados certifican sus elecciones

8 de diciembre: se celebró el “Safe Harbour Day” (“Día del Puerto Seguro”). Los Estados certificaron sus elecciones al interior de sus propias legislaturas: en el caso de Arizona y Pensilvania, las legislaturas y el judicial son republicanas hasta el tuétano. Los seis estados “péndulo” ya certificaron sus elecciones a favor de Biden: Arizona, Nevada, Pensilvania, Wisconsin, Michigan y Georgia. El día del “Puerto Seguro” transcurrió sin ningún movimiento notable. ³

14 de diciembre: se reunieron los “electores,” representantes de las legislaturas de sus Estados y emitieron sus votos. ₄ En los Estados “péndulo” que votaron por el Partido Demócrata, los electores fueron elegidos por ese mismo partido, pero certificados por congresos locales republicanos, al menos en el caso de Georgia y Pensilvania. Trump persistió en sus alegatos.

15 de diciembre: McConnell felicita a Kamala Harris y a Joe Biden; reitera que apoya el derecho del presidente a desahogar todos los recursos a su disposición. ⁵

Acto Segundo: los legisladores proclaman su insurrección

11 de diciembre: 125 diputados de la Cámara Baja firman un amicus brief dirigido a la Suprema Corte, apoyando un último intento del presidente Trump y sus secuaces. ⁶ Los amici briefs son documentos de partes interesadas que delinean el impacto que tendrá la ley sobre un grupo o interés particular. Se utilizan con frecuencia por grupos ciudadanos e intereses especiales, para casos controversiales y rutinarios.

El objetivo de la demanda ante la Suprema Corte era, precisamente, bloquear la certificación de cuatro Estados “péndulo”.

2 de enero: 12 senadores de la Cámara Alta declaran que objetaran durante el proceso de certificación, entre ellos Ted Cruz.

4 de enero: Donald Trump declara ante sus seguidores, en un mitin en el pueblo de Dalton en Georgia, que “Mike Pence es un gran hombre que “saldrá a batear”. Putativamente, el mitin fue una celebración de una gran victoria electoral; habló de sus colegas, buscando reelegirse, a regañadientes.

5 de enero: Mike Pence se niega a salir a batear.

El Inédito Acto Final: la milicia se incorpora a la insurrección Hora Local

6 de enero (11 a.m.): Trump celebra un mitin (“Save America Rally”) en Washington. Quienes acusan a Trump de ser incoherente a veces subestiman la magia de los enunciados que logra hilar. Vale la pena revisar la transcripción completa. Trump declara que no se concede ante una victoria abrumadora.

6 de enero (1 p.m.): según el guion, la obligación del presidente del Senado – rol ceremonial otorgado al Vicepresidente – era contar los votos certificados por las legislaturas estatales vía pasaje de lista, cual presentador en los Oscares anunciando el ganador a Mejor Película.

Mike Pence comienza a pasar lista. Se cuentan los votos de los Estados de Alaska y Alabama: Estados conservadores y férreamente republicanos. El Senador Ted Cruz y el diputado Gosar de Arizona emiten sus objeciones por escrito, sin ningún fundamento jurídico. Se aplaza la sesión conjunta y los senadores regresan a su cámara.

La Cámara Alta y la Cámara Baja abren debates paralelos, putativamente para debatir las objeciones con respecto al Estado de Arizona. Gosar abre el debate con comentarios inobjetables sobre la integridad electoral en abstracto: sus palabras son irrefutables porque también son inespecíficas.

6 de enero (2 p.m.): ante sus colegas, Ted Cruz delinea su objeción; no hay evidencia que resaltar, así que lo evita completamente. Alega que hay que escuchar a ese 39% que desconfía de la elección: poco le importa que la duda ha sido instigada, precisamente, por un ecosistema mediático y político que el alimentó.

¿Por qué? Ted Cruz es un personaje infame, precisamente porque obedece sus instintos políticos sin que intervenga la ética. En 2018, Ted Cruz se enfrentó a Beto O’Rourke para ganar la senaduría del Estado de Texas; ganó con 50.2% del voto y O’Rourke perdió con 48%. En 2012, Cruz ganó la misma contienda con 56.5% y su contrincante, Paul Sadler, perdió con 40.6%. Ted Cruz sabe que las tendencias demográficas en Texas ya no le favorecen. Lo que le convenía era ser el último aliado de pie para que aquel 40% de la población que llevó a Trump a la Presidencia premiara su lealtad.

6 de enero (2 p.m.): McConnell declara, en lo que llama “el voto más importante de sus 39 años de carrera,” que no hubo fraude electoral y que resulta insostenible que ese país permanezca dividido en dos tribus. ⁷

6 de enero (3 p.m.): la marabunta trumpiana llega al Capitolio. Las autoridades confiscaran 5 armas, entre las cuales se incluyen pistolas y armas de fuego largas. Que tengan armas no es sorprendente: el voto duro republicano ha votado por el derecho a portar armas durante más de treinta años. ⁸ La marabunta rebasa a la policía del capitolio. ⁹

Comienza un asedio del Capitolio que durará aproximadamente cuatro horas. Una de las imágenes más distintivas es la del chaman de Q’Anon: un hombre pintado de rojo, blanco y azul, portando cuernos y pieles de bisón. Lo entrevistó en mayo la periodista BrieAnna J. Frank, afiliada al Arizona Republic. El Q’Anon Shaman es un hombre de 32 años que perpetua la idea de que Q, un servidor público anónimo, lucha al interior del Deep State.

6 de enero (5 p.m.): la alcaldesa de Washington, D.C, Muriel Browser declara toque de queda. Moviliza a la Guardia Estatal de la capital y de Estados aledaños, y es hasta ese momento que comienzan a utilizar tácticas de dispersión como gas lacrimógeno.¹⁰

6 de enero (8 p.m.): resume el debate en la cámara respecto a las objeciones en el Senado. Seis senadores retiran su apoyo a las objeciones. Persiste Ted Cruz.

6 de enero (10:30 p.m.): el Senado vota y rechaza de manera abrumadora (93-6) las objeciones con respecto al Estado de Arizona.

6 de enero (11:36 p.m.): la Cámara Baja rechaza las objeciones (303-121) con respecto al Estado de Arizona.

7 de enero (2 a.m.): en la madrugada del siete de enero, aproximadamente a las dos de la mañana, se levantan objeciones con respecto al proceso en Pensilvania. Aprovechando que el hemisferio oeste dormía, 138 republicanos votaron a favor de las objeciones en la Cámara Baja. Los 38 que no se atrevieron a votar antes de media noche y lo hicieron por la madrugada padecen de una cobardía particularmente despreciable.¹¹

7 de enero (8 a.m.): se cierra la certificación de las elecciones por la mañana.

El preludio olvidado

El precedente en las elecciones modernas en Estados Unidos es que la Associated Press declare a un ganador y las campañas acepten su veredicto. Kellyanne Conway, la entonces representante del candidato Trump, en 2016, acordó justo eso con la campaña Clinton: una vez que la Associated Press declarara a favor de Clinton, Trump aceptaría su derrota. ¹² Sucedió lo contrario y Obama, tamaño estadista, presionó a Hillary para que aceptara su derrota.

7 de noviembre de 2020: la Asociated Press se declaró a favor de Biden, tres días después de que empezaran los comicios. ¹³ A mi parecer, este fue el momento en el que Mitch McConnell, líder del Senado, debió de romper con Donald Trump; ese era el momento en el cual se debía de movilizar a la maquinaria partidista. Ese fue el momento en el que Trump invadió Checoslovaquia. Resulta curioso que se espanten ahora que el Presidente invadió Polonia.