La otra pandemia


Miguel Vázquez

*El autor usa minúsculas en todo el texto de manera intencional y como forma de protesta.

un suceso de la magnitud de la pandemia por covid-19, posiblemente el desastre más significativo en lo que lleva el siglo, afecta a todos los grupos poblacionales del mundo en algún grado y forma. en méxico, miembro de la región más desigual del mundo, los patrones del subcontinente continúan: la covid-19 ha afectado a algunos grupos mucho más que a otros. no sólo se trata de las afectaciones diferenciadas dadas por la desigualdad económica, sino que el problema multifactorial ha alcanzado numerosas dimensiones, una de ellas, los orígenes étnicos y raciales.

a inicios de la pandemia, el consejo nacional de evaluación de la política de desarrollo social (coneval), en su documento titulado panorama de los programas y acciones sociales en las entidades federativas para dar respuesta a los efectos de la pandemia por el virus sars-cov-2 (covid-19), estimó que entre 6.1 y 10.7 millones de personas caerían en pobreza extrema.1 para 2020, coneval estimó que un 76.8% de la población indígena se encontraba en situación de pobreza y 35.7% en pobreza extrema; con los datos señalados, no es una tarea difícil identificar cuál ha sido uno de los grupos poblacionales más golpeados por la pandemia.2

sin embargo, el problema no termina ahí, pues la salud e incluso la probabilidad de fallecer también se ven afectadas por la pertenencia a alguno de estos grupos. en específico, el racismo es la causa de este fenómeno, pues la exclusión sistematizada a medios y oportunidades para el desarrollo humano y una vida digna. los grupos excluidos son objeto de numerosas discriminaciones, entra las que se encuentran la exclusión de una educación de calidad, un entorno saludable, un trabajo bien remunerado y un sistema de seguridad social que incluya atención hospitalaria oportuna y de calidad.

los elementos anteriores se han reservado sólo para algunos grupos poblacionales, pero difícilmente están disponibles para personas pertenecientes a pueblos indígenas. la práctica generalizada y sistemática de estas exclusiones ha dado paso al racismo institucional, que está intrincado en las reglas (de manera implícita o explícita) y leyes que otorgan derechos a las personas. así pues, un sistema de seguridad social basado en el trabajo forma del hombre del hogar, excluirá a todas las personas que dependan de un esquema de trabajo informal o no conformado por la familia tradicional que depende económicamente del padre de familia.

en este punto, una pandemia que puede alcanzar a todas las personas sin importar su estatus socioeconómico, étnico o racial puede tener resultados diferenciados dependiendo de la vulnerabilidad del grupo poblacional al que afectan. las personas con más recursos sociales y económicos cuentan con más herramientas para la prevención y atención de la enfermedad, además de que es más probable que su estado de salud general pueda resistir de mejor forma los contagios y la enfermedad en sí.

un estudio realizado sobre la población contagiada de covid-19 que recopiló información de los datos abiertos de la secretaría de salud, de los establecimientos de salud mediante la página de la clave única de establecimientos de salud (clues) y del índice de rezago social de coneval hizo un análisis estadístico sobre la probabilidad de fallecer si se pertenece a un grupo indígena (paciente habla una lengua indígena) en tres etapas: un análisis a nivel individual, otro a nivel municipal y uno último en un nivel combinado. los resultados del estudio indican que, tanto a nivel individual, cuanto a municipal y combinado, la condición de pertenecer a un grupo indígena aumenta la probabilidad de fallecer al haberse contagiado de covid-19.

en específico, la condición de ser indígena a nivel individual aumenta la probabilidad de fallecer más que las enfermedades pulmonares de obstrucción crónicas (epoc) y tiene un efecto comparable al de sufrir de hipertensión. a nivel municipal, una persona indígena contagiada aumenta la probabilidad de que alguien dentro de ese municipio fallezca tras haber contraído covid-19 en un 3%. los análisis a nivel combinado muestran tendencias similares con las que se puede concluir que la condición de pertenecer a un grupo indígena sí aumenta la posibilidad de fallecer.

las personas indígenas han sido históricamente excluidas de infinidad de derechos, oportunidades y, con la coyuntura por covid-19, también de la salud e incluso la vida. a menudo se han incluido en los relatos de construcción estatal y de la identidad nacional, romantizando sus orígenes del pasado, al tiempo que se ignoran y continúan excluyendo en el presente. es importante tener en cuenta este tipo de fenómenos y la evidencia científica disponible que los respalde para poder diseñar políticas y acciones públicas que contribuyan a disminuir este tipo de incidencias que afectan de manera diferenciada y a las personas más vulnerables.3




Ilustración: Laura Franco

Referencias:

1 coneval, “panorama de los programas y acciones sociales en las entidades federativas para dar respuesta a los efectos de la pandemia por el virus sars-cov-2 (covid-19)”, 1.

2 coneval, “medición de la pobreza” 2020, https://www.coneval.org.mx/medicion/mp/documents/mmp_2018_2020/pobreza_multidimensional_2018_2020_coneval.pdf

3 este texto está basado en la investigación para mi tesis de licenciatura, la cual estará disponible próximamente en el repositorio del centro de investigación y docencia económicas (cide).